Desastre ecológico en Hungría. Fango rojo.

            El lunes 4 de octubre trajo el mayor desastre ecológico en la historia de Hungría cuando el muro de una balsa de desechos tóxicos cedió en la planta de aluminio situada junto a Ajka. Un fango tóxico rojizo inundó tres pueblos y dejó tras de si una estela de devastación. Se han confirmado las muertes de nueve personas, muchas más resultaron heridas y los habitantes de tres pueblos han perdido sus viviendas.

            Poco después del mediodía se produjo una brecha en el muro de contención. Después de esto, durante horas, entre 600 y 700 metros cúbicos de fango rojizo con una alta alcalinidad y una alta concentración de metales pesados, desecho de la producción de aluminio, salían a borbotones. Los testigos afirmaron que el fango alcanzó los dos metros de altura en el vecindario. Cogidos completamente desprevenidos, los lugareños de los tres pueblos más cercanos, Kolontár, Devecser y Somlóvásárhely, no tuvieron más opciones que contemplar como sus casas, ahorros, posesiones y animales eran arrastrados y destruidos. Al menos 120 personas resultaron heridas, muchas de ellas con quemaduras, otras desaparecidas y han sido confirmadas nueve muertes.

            Al principio hubo controversia sobre la causa de las quemaduras, sobre si había sido el fango o los materiales arrastrados por la arriada. Tras varios análisis científicos se confirmó que la arriada estuvo compuesta por una mezcla de agua con un alto contenido alcalino (lejía) y fango rojo con altos niveles de metales pesados. La principal causante de las quemaduras fue la lejía. El fango es peligroso también, pero más indirectamente.

Una vez que el fango se seca se transformar en polvo que es transportado por el viento convirtiéndose en un riesgo para cualquier persona que lo inhale. Un análisis químico ordenado por el grupo de medioambiente de Greenpeace encontró que Devecser había alcanzado niveles críticos de concentración de partículas de este polvo y productos químicos adicionales.

            El agua altamente alcalina tuvo un serio impacto en la vida salvaje de las zonas cercanas. El arroyo Torna vio como la totalidad de su flora y fauna pereció. El arroyo Torna afluye al río Marcal, poco después el río Marcal fue declarado muerto también, a pesar de los esfuerzos por disminuir el PH del agua. El siguiente habría sido el Duna (Danubio). Si el agua alcalina hubiera alcanzado el Danubio, esto habría conducido a un desastre incluso mayor que aquel de 2000, cuando la vida salvaje del río Tisza fue aniquilada a causa de un vertido de cianuro proveniente de una mina de oro rumana. Afortunadamente, para cuando el agua alcanzó el Danubio, la concentración de los dañinos productos químicos se había diluido tanto que no alcanzaban niveles peligrosos.

BRAZOS EN ALTO

            El dueño de la fábrica, MAL. Zrt. rápidamente concentró toda la indignación nacional, la opinión pública prácticamente pidió la cabeza del ejecutivo. Para ser justos, no hicieron mucho para ganarse la simpatía de la gente en sus comunicados, en los que daban la impresión de estar intentando esquivar la responsabilidad.

            La ira de la gente la compartió el mismo gobierno que rápidamente aprobó una enmienda en la ley de defensa que le permitía tomar el control de las compañías involucradas en catástrofes y designó un grupo de comisarios para dirigir la compañía después de que el secretario de estado Zoltán Illés, ordenase la inmediata suspensión de la producción de la planta. El principal comisario, György Bakondi dijo que la supervisión estatal estaría tanto tiempo como fuese necesario, pero el gobierno ha dicho ya que quiere que la producción de aluminio de la MAL. Zrt. continúe tan pronto como sea posible. El primer ministro Viktor Orbán arguyó que una compañía en funcionamiento tiene más posibilidades de compensar los daños del desastre y cumplir con su parte en las reparaciones del daño producido al medio ambiente.

            Pero la desdicha de MAL no terminaba con la posibilidad seria de que la compañía y sus dueños fueran llamados a pagar una compensación de su propio bolsillo en caso necesario. Zoltán Bakonyi (propietario de la firma) fue puesto en custodia policial e interrogado por cargos de grave negligencia con resultado de homicidio y causa de desastre ambiental. (Ya ha sido liberado sin cargos).

            ¿Y AHORA QUÉ?

            Los habitantes de los pueblos afectados están todavía ocupados intentando rescatar lo poco que pueden de entre los restos, pero la situación es del todo desesperanzadora. Incluso el primer ministro Orbán dijo tras inspeccionar la zona que simplemente no existía ninguna razón para nadie para volver a vivir allí jamás.

            El estado, la gente en general y las empresas se han dado prisa en proporcionar cierta ayuda. El portavoz del primer ministro Péter Szíjjártó dijo que los fondos estatales para el auxilio de daños contienen mas de 100 millones de forint (360000 euros aproximadamente) recibidos a través de donaciones. La gama de contribuciones iban desde la entrega de vinagre para neutralizar la lejía hasta la oferta de compañías constructoras para construir nuevas casas para las familias afectadas.

            No está claro cuanto tiempo tomará la limpieza de la zona. Pueden pasar años hasta que la vida salvaje de la zona circundante se recupere. Según un estudio publicado por la academia de ciencias de Hungría, el arroyo Torna podría volver al estado en el que estaba en un año. De cualquier forma, los animales terrestres que vivían junto al arroyo no volverán tan rápido ya que la capa de fango rojo que cubre la tierra deja la zona inhabitable para ellos.

APENDICE.

            Magyar alumínium Termelö és Kereskedelmi Zrt. (MAL) es una compañía global líder en la producción de aluminio. La compañía tiene un share (porción) del 13% del mercado en Europa y se ha introducido recientemente en India y EE.UU. Según el presidente de la compañía Lajos Tolnay, la compañía emplea a 1100 personas directamente y a 1500 adicionales a través de su sistema comercial.

            Desde el accidente, Tolnay ha sido el centro de la atención pública, incluyendo sus anteriores negocios con el ex primer ministro socialista Ferenc Gyurcsány. Él y su compañía están sometidos a una amplia investigación para determinar el valor de MAL y averiguar lo que puede ser usado para reparar los daños.

            Tolnay reiteró su postura inicial frente a la catástrofe, afirmando que MAL no puede ser de ninguna manera culpada, ya que sus empleados y expertos cumplieron todas las normas.

Artículo tomado de Budapest Bussiness Journal.

Traducido por Manu N.